EL ÚLTIMO ESLABÓN.

La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) se creó el 26 de abril de 1996 aunque su lanzamiento oficial fue cinco años después, el 15 de junio de 2001. Su sede se encuentra en Pekín y los idiomas oficiales son el ruso y el chino. Uno de sus objetivos principales es servir de contrapeso a la OTAN y a EE.UU. Se configura como un instrumento que pretende reducir la influencia americana en la región dando prioridad a proyectos energéticos conjuntos (sino-rusos), creando un Consejo inter-bancario para la financiación de los mismos y “una cooperación militar para la protección de sus rutas comerciales”.

La energía es la base del poder y la riqueza de cualquier nación pero también es un gran negocio para un pequeño oligopolio de empresas, lo que la convierte en una cuestión crucial en la economía y la seguridad. El documento “Estrategia energética rusa para el periodo hasta el año 2020”, publicado en 2005, parte de que la seguridad energética es el elemento más importante de la seguridad nacional de Rusia. Por ello, el objetivo de EE.UU. y sus aliados europeos ha sido y sigue siendo reducir la dependencia de Europa del gas ruso.

Para cumplir dicho objetivo, Estados Unidos y sus aliados lanzaron el gasoducto “TANAP” (sustituto del cancelado Nabucco)  que fue inaugurado en junio de 2018. El trazado comienza en Azerbaiyán y tras recorrer Georgia atraviesa Turquía hasta llegar a la frontera griega desde donde pretende introducir el gas a Europa conectándose con el gasoducto Trans Adriático (TAP). Este último cruzará el norte de Grecia, Albania y el mar Adriático antes de desembarcar en el sur de Italia para conectarse a la red italiana de gas natural, lo que permitiría la entrega de gas a destinos en todo el sudeste, centro y oeste de Europa. El proyecto se encuentra actualmente en su fase de construcción, que comenzó en 2016.

Todo este mega-proyecto podría resultar seriamente perjudicado si, finalmente, la ampliación de las relaciones comerciales acordadas en julio de 2019 entre Irán, Irak y Siria consigue restaurar el gasoducto que las autoridades iraníes propusieron reabrir tras la Guerra de Siria. Este proyecto que cuenta con el respaldo de China y Rusia, pretende llevar el gas desde el yacimiento iraní South Pars a Europa atravesando Irak (Kirkuk) y Siria (Baniyas), convirtiendo a Italia en punto estratégico crucial para ambos proyectos en el suministro de gas a Europa.

En el año 2004 China ya firmó un acuerdo energético de 70.000 millones de dólares con Irán. El consorcio energético chino Sinopec llegó a un acuerdo para comprarle a Irán importantes cantidades de gas y petróleo en los próximos 30 años participando, además, en el desarrollo de los yacimientos iraníes de gas natural.

En 2010 China ya se había convertido en el principal socio económico y comercial de Irán, invirtiendo unos 40.000 millones de dólares en el sector petrolero y del gas de la República Islámica. Además, China participa en proyectos de prospección por un montante de 29.000 millones de dólares y en proyectos de transformación, sobre todo para la construcción de fábricas petroquímicas y de refinerías, por un montante de 10.000 millones de dólares.

En el año 2014, la crisis en Ucrania influyó en un acuerdo energético donde Rusia acordó abastecer a China de gas natural en un multimillonario tratado que ambos países han estado negociando durante una década. La firma del acuerdo se realizó durante una ceremonia en Shanghái a la que asistieron el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo de Rusia, Vladímir Putin. El monto estimado es de unos 400.000 millones de dólares y tiene un plazo de 30 años.

En marzo de 2019 China e Italia lograron un acuerdo para que Roma se integre en el plan chino de la nueva Ruta de la Seda, un mega-proyecto de inversiones masivas chinas, que ha provocado la ira de Estados Unidos y el recelo de Bruselas y Francia, al ser Italia un país fundador de la Unión Europea y miembro del G7. El pacto alcanzado, que se firmó en ocasión de una histórica visita del presidente chino Xi Jinping a Italia, se forjó tras ocho meses de negociación entre el actual Gobierno italiano y China.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, manifestó abiertamente sus críticas a Italia por su decisión de adherirse al plan de Pekín. De ahí que algunos analistas geopolíticos como Lucio Caracciolo, hayan manifestado que “podrían haber represalias de EE.UU. contra Italia”. El acuerdo ha involucrado a algunas empresas significativas. La multinacional italiana “Ansaldo Energía” firmó dos acuerdos con “China United Gas Turbine Tecnology”, y la poderosa petrolera italiana “ENI” otro con “Bank of China”. También se ha previsto un pacto de cooperación entre la constructora “China Communication Construction Company” y el puerto de Génova, y otro con el puerto de Trieste, destinado a potenciar el comercio hacia el centro y este de Europa.

A principios de diciembre de 2019 los presidentes de Rusia y China lanzaron el gasoducto “Siberia Power”, el cual suministrará gas al norte de China desde la región de Yakutia, en Siberia. El proyecto, acordado en 2014, fue inaugurado por los mandatarios Vladímir Putin, desde la ciudad de Sochi, y Xi Jinping, desde Pekín, por videoconferencia. El llamado “acuerdo del siglo” entre el grupo Gazprom de Rusia y la Corporación Nacional de Petróleo de China es el resultado de una inversión de 55.000 millones de dólares. A lo largo de 3.000 kilómetros, el gasoducto suministrará 38.000 millones de metros cúbicos de gas al año, en un contrato que durará 30 años y reportará un estimado de 400.000 millones de dólares en ese período. “Este es realmente un evento histórico”, declaró el presidente Putin desde Sochi, “no solo para el mercado energético global sino sobre todo para nosotros, Rusia y China”.

Tan sólo unos días después de la firma del llamado “acuerdo del siglo”, en la ciudad china de Wuhan aparecía un nuevo tipo de virus con un altísimo grado de contagio entre personas, que provocaba una neumonía bilateral en los casos más graves precisando ingreso en UCI. En esas mismas fechas estallaba el conflicto entre EE.UU. e Irán. El 23 de enero de 2020, tras el estudio científico del comportamiento de este virus, con un balance de 571 afectados y 17 fallecidos, el Gobierno central de la República Popular China ordenaba poner en cuarentena una ciudad con una población de unos 11 millones de habitantes. Unos días después, Rusia ordenaba el cierre de las fronteras terrestres con China para tratar de frenar la expansión del virus. A principios de marzo de 2020, Irán se convertía en el segundo país del mundo con más fallecidos. Además, la enfermedad afectó a varios miembros del Gobierno, con el fallecimiento de una de las personas de la máxima confianza del líder supremo iraní.

Unos días antes, el 21 de febrero de 2020 la región de Lombardía, la más rica de Italia, se convertía en el foco de la epidemia en Europa. Como podemos ver, el inicio de esta epidemia estaba afectando en mayor medida a aquellos países que habían llegado a acuerdos comerciales en el sector energético, y que perjudicaban seriamente los intereses de EE.UU. y sus aliados europeos.

Otro factor muy importante en esta batalla para ganar la carrera en la conquista por el gas fue la crisis de Ucrania en 2014. La frontera oriental de Europa es la primera línea de defensa de los Estados Unidos que junto a sus aliados europeos llevan años esforzándose para reducir la dependencia respecto del gas ruso que entra a Ucrania para ser distribuido por Europa. De hecho, se da la circunstancia que cerca de un 50% del total de comercio de gas natural  entre Rusia y la UE pasa por los gasoductos situados en territorio ucraniano. Una gran movilización social respaldada por EE.UU. hizo caer al presidente Yanukovich cercano al Kremlin de Putin. Ucrania ha tenido una gran ayuda económica de EE.UU y apoyo político en todas sus reformas. Joe Biden, que por aquel entonces era vicepresidente de los Estados Unidos, ha viajado frecuentemente a Ucrania y varios líderes ucranianos afirman que su apoyo ha sido decisivo. Su hijo, Hunter Biden, aceptó en aquella época un puesto en la Junta Directiva de “Burisma Holdings”, una sociedad de cartera de un grupo de empresas de exploración y producción de energía. De hecho, es uno de los mayores productores privados de gas natural en Ucrania. Hunter Biden cobró unos 50.000 dólares mensuales hasta que dejó Burisma en abril de 2019. Ese mismo mes, el padre Joe Biden anunció su candidatura para enfrentarse a Trump en las elecciones de 2020.

La anexión de la península de Crimea por parte de Rusia despertó los temores entre los miembros del este de la OTAN. Desde entonces, la alianza ha fortalecido significativamente su presencia en Europa del Este y ha creado la capacidad para un despliegue rápido de tropas en caso de conflicto. Los esfuerzos de EE.UU. y sus aliados europeos para reducir la dependencia respecto del gas ruso que entraba a Ucrania para ser distribuido por Europa, convierte ahora a la península de Crimea con sus yacimientos de gas en el Mar Negro, en pieza clave para la alternativa rusa a través del gasoducto “Turk Stream” (sustituto del cancelado South Stream). De hecho, en el puerto de Sebastopol se encuentra la base principal de la flota rusa en el Mar Negro.

El gasoducto “Turk Stream” comienza en la costa rusa cerca de la ciudad de Anapa y recorre más de 930 Km a través del Mar Negro para desembarcar en la región turca de Tracia. Su objetivo es conectar directamente las grandes reservas de gas en Rusia con la red de transporte de gas turco para proporcionar suministros de energía confiables para Turquía, el sur y el sureste de Europa. Para seguir manteniendo su influencia, Rusia también lanzó el gasoducto “Nord Stream 2”, un proyecto que recorre 760 millas (1.225 Km) para enviar gas desde Rusia atravesando el Mar Báltico hasta Alemania y que duplicaría la capacidad del gasoducto “Nord Stream”. Este nuevo gasoducto que permitirá circunvalar totalmente el paso habitual por Europa del Este, no solo es un asunto central en la política energética de la UE sino que también tensa las relaciones con Estados Unidos.

El 27 de diciembre de 2019 el ministro ruso de Energía, Alexander Novak, declaró que el controvertido gasoducto ruso “Nord Stream 2” quedará terminado a finales de 2020, pese a las sanciones de EE.UU. contra las empresas que participan en el proyecto. Este gasoducto permitirá que se duplique el suministro directo de gas natural ruso hacia Europa Occidental a través del mar Báltico y de Alemania. El visto bueno de algunos países comunitarios para finalizar su construcción se puede considerar un acto de desobediencia a EE.UU. Y es que Washington se esforzó al máximo para impedir que el gasoducto se hiciera realidad. El presidente estadounidense, Donald Trump, promulgó una ley para imponer sanciones contra las empresas asociadas a la construcción del gasoducto, al considerar que estas infraestructuras aumentarán la dependencia de los europeos del gas ruso y, de ese modo, contribuirán a reforzar la influencia de Moscú. 

El 13 de septiembre de 2019 el presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, declaró que luchará por recuperar la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, “no solo con palabras”. Un mes después, la noche del viernes 18 de octubre de 2019 se llevó a cabo la ceremonia de inauguración de los Séptimos Juegos Mundiales Militares en la metrópoli interior de Wuhan. El presidente chino, Xi Jinping, inauguró oficialmente los juegos con estas palabras: “Ahora declaro inaugurados los Juegos Mundiales Militares 2019”. En aquel evento militar participaron 105 países representados por 10.000 atletas y fue el mayor evento deportivo militar jamás celebrado en China. Casualmente, ese mismo día, 18 de octubre de 2019 el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, llevó a cabo en Nueva York el “Evento 201”.  Este evento, del que además participaron líderes mundiales de negocios, gobierno y salud pública, consistió en un simulacro pandémico de alto nivel en el que fueron expuestas las áreas en las que serían necesarias “alianzas público-privadas” para hacer frente a una eventual pandemia y disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala. El ejercicio sirvió para resaltar los desafíos de preparación y respuesta que probablemente surgirían en una pandemia muy severa.

A finales de noviembre de 2019, unos días antes de la aparición de este nuevo virus en la ciudad china de Wuhan, el portal estadounidense “The National Interest” publicaba un informe según el cual las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Ejército de Estados Unidos, pretendían llevar a cabo ejercicios de combate de “entrada forzada” en Lituania, Georgia y Polonia a fin de preparar unidades de ataque de respuesta rápida en una supuesta guerra en Europa y con Rusia. El informe detallaba que los ejercicios trabajarían mucho con armas, tácticas y estrategias de combate que las fuerzas conjuntas deberían realizar en caso de un ataque por parte de un enemigo poderoso e importante que según el informe es Rusia. También destacaba que tales medidas abarcarían dominios aéreos, marítimos, terrestres, cibernéticos y espaciales en toda Europa.

Dos meses después se puso en marcha el “Defender 2020”, el ejercicio más grande de la OTAN en Europa en 25 años. Por primera vez en su historia, la alianza está practicando el despliegue de una división completa, que incluye 20.000 soldados y todo su equipo, desde los Estados Unidos hasta Europa del Este. Como “nación anfitriona”, Alemania es responsable del apoyo logístico. Alrededor de 4.000 soldados del Ejército alemán están desplegados para este propósito. El 21 de enero de 2020 el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, nombró a Rusia como uno de los tres desafíos, junto con China y el terrorismo, que los miembros de la OTAN tienen que enfrentar.

Desde 2011, el ejercicio anual de la OTAN “Sabre Strike” se ha llevado a cabo en Polonia y los Estados bálticos. Además, el principal ejercicio “Anaconda” se lleva a cabo en Polonia cada dos años e involucra a decenas de miles de soldados de todos los Estados miembros de la OTAN. En 2018, se simularon explícitamente los ataques contra el enclave ruso de Kaliningrado y la capital bielorrusa, Minsk.

Ucrania, que está en conflicto abierto con Rusia y no es miembro de la OTAN, también participa regularmente en los ejercicios de la alianza. La “brigada lituana-polaca-ucraniana”, que se estableció en 2015, ha participado en varias ocasiones en “Anaconda”. Desde la crisis de Ucrania de 2014, que se inició con un golpe de Estado patrocinado por Estados Unidos y Alemania, el alcance y la regularidad de los ejercicios de la OTAN en Europa del Este han aumentado dramáticamente. Bajo el lema operacional “Atlantic Resolve”, la administración Obama inició una importante expansión de la presencia militar estadounidense.

En el marco de la “Presencia Avanzada Mejorada de la OTAN”, cuatro batallones de 1.000 soldados listos para el combate se han estacionado en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania desde 2017. El “grupo de batalla de la OTAN” en Lituania está liderado por Alemania, mientras que los otros tres están liderados por fuerzas estadounidenses, británicas y canadienses. La “Presencia Avanzada Mejorada de la OTAN” es apoyada por la “Presencia Adelante Adaptada”, un batallón multinacional bajo liderazgo rumano. Además, el establecimiento de la “Fuerza de Tarea Conjunta de Muy Alta Preparación” comenzó en 2015. Esta brigada multinacional de 5.000 soldados, que también es comandada por Alemania, debe operar en un estado de alerta permanente y puede desplegarse en una posición de primera línea dentro de las 48 horas.

Georgia, como Ucrania, es una ex república soviética que está siendo armada hasta los dientes por la OTAN para servir como un Estado de primera línea contra Rusia. El transporte de tropas, tanques y vehículos a Estonia, que está a menos de 200 kilómetros de San Petersburgo, así como a Bulgaria y Georgia, se realiza a través de aeropuertos y puertos alemanes, y a lo largo de ferrocarriles y carreteras alemanas. Los comandantes militares y los políticos saben muy bien que las imágenes de columnas de tanques y transportadores de tropas que atraviesan países que estaban en el corazón de dos guerras mundiales están produciendo incertidumbre, miedo, asco, ira y rabia. Esta es la razón por la cual los movimientos de tropas se llevan a cabo principalmente en pequeños convoyes y de noche.

Sorprende que desde enero hasta principios de marzo no se hayan cancelado estos ejercicios que suponen el traslado de miles de soldados hacia el frente europeo en semejantes circunstancias, poniendo en duda la efectividad de la cuarentena a nivel mundial. Ante tal coyuntura, Rusia ha denunciado en reiteradas ocasiones que el despliegue masivo de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y sus aliados occidentales, así como las actividades cerca de sus fronteras, incluidas las marítimas, suponen una inadmisible amenaza directa a su seguridad nacional y, por tanto, responderá de manera contundente. 

Junto a la importancia del sector energético en la guerra comercial que mantienen EE.UU. y China, la tecnología 5G es un elemento que preocupa enormemente a los Estados Unidos. Podemos estar presenciando una nueva guerra etiquetada de tecnológica aunque esconda en esta denominación espionaje, control, manipulación y, sobre todo, dinero.

El 5G va a suponer un cambio en todos los ámbitos de nuestra vida. Tendremos la oportunidad de hacer posible procesos que necesitarán un movimiento de grandes volúmenes de datos. En el panorama multimedia las posibilidades serán inimaginables tanto en el entretenimiento como en el entorno educativo y profesional. La realidad virtual o aumentada pasará a ser algo cotidiano. A nivel industrial nos acercará mucho más a la completa robotización. Y en el sector sanitario ayudará a desarrollar una telemedicina e incluso poder ejecutar operaciones quirúrgicas de gran precisión a distancia.

España ha sido el país elegido para el gigante asiático líder en telecomunicaciones. Ya en 2018 Huawei invirtió alrededor de 800 millones de euros en instalar redes de 5G en todo el mundo y consideró a nuestro país como un mercado importantísimo en el desarrollo de esta tecnología, convirtiendo a España en el país propulsor de la tecnología 5G en Europa. De hecho, el 20 de febrero de 2018 las compañías Huawei y Vodafone completaron conjuntamente la primera llamada 5G en el mundo, realizada desde Castelldefels (Barcelona) a Madrid, alcanzándose velocidades de descarga que multiplican por ocho las velocidades estándar de 4G. El 20 de noviembre de 2018 la empresa Telefónica, en colaboración con Huawei, realizó la primera videollamada internacional en la red real con tecnología 5G al establecer una conexión Málaga-Londres. Según un representante de Telefónica se estima que para 2021 la red 5G pueda estar a pleno rendimiento en España, aunque en el resto de Europa parece que su despliegue será más lento.

EE.UU. alertó que Huawei es una amenaza para la OTAN. El 15 de febrero de 2020 en la Conferencia Anual de Seguridad de Múnich (Alemania), el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Mark Esper, dijo que “si no entendemos la amenaza y no hacemos algo, al final podría comprometer lo que es la alianza militar más exitosa de la historia, la OTAN”. En la misma línea, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, denunció “el Caballo de Troya” que constituía a su entender la compañía china, cuya participación en las redes 5G occidentales llevará a transferir al Partido Comunista chino y los servicios secretos chinos los datos de todos los usuarios de la misma. De lograr los permisos para expandir su propia red en gran parte del planeta, el régimen de Xi Jinping tendría acceso, si así lo quisiera, a infinitos datos no solo de usuarios sino de empresas, organizaciones y hasta de Gobiernos. Además, Huawei es un componente sustancial del aparato militar chino. Su fundador, Ren Zhengfei, fue miembro del Ejército Popular de Liberación durante décadas. Su amor por el Ejército no mutó y la colaboración ha sido permanente entre ambos actores. De acuerdo con una investigación hecha por Bloomberg, el acuerdo involucra investigaciones en las que participan empleados de la corporación y uniformados. “Durante la última década los trabajadores de Huawei han formado equipo con miembros de varios órganos del Ejército Popular de Liberación en al menos diez emprendimientos de investigación que abarcan desde inteligencia artificial hasta comunicaciones por radio”, advierte el medio. “Incluyen un esfuerzo conjunto con la rama de investigación de la Comisión Militar Central (el órgano supremo de las Fuerzas Armadas) para extraer y clasificar las emociones en los comentarios de video online y una iniciativa con tecnología de élite de la Universidad Nacional de Defensa para explorar formas de recopilación y análisis de imágenes de satélite y coordenadas geográficas”.

La alerta norteamericana no es sólo de la Administración Trump. La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, también pidió que los países se mantengan alejados del gigante tecnológico. Asimismo, subrayó que “las naciones no pueden ceder la infraestructura de telecomunicaciones a China por conveniencia financiera”.

El bioterrorismo era considerado hasta no hace mucho tiempo pura ciencia-ficción pero en la actualidad, mediante la biotecnología aplicada a fines militares, se pueden modificar genéticamente microorganismos patógenos que ya se encontraban en nuestro planeta antes que la propia existencia del hombre y convertirlos en potentes armas biológicas. El uso de microorganismos (virus, bacterias) con el fin de producir enfermedades a las fuerzas militares enemigas, a la población civil o contaminar sus fuentes de agua o alimentación, es lo que conocemos como guerra biológica.

En mi opinión, esta pandemia podría tratarse de un simulacro sobre el terreno después de ese ensayo virtual (evento 201) ante la posibilidad de un conflicto armado en Ucrania para recuperar la península de Crimea. El Gobierno ucraniano contaría con todo el apoyo militar de EE.UU. y la OTAN en una guerra con Rusia, país que estaría respaldado por China e Irán. En este ejercicio militar, Italia y España, como países que están perjudicando seriamente los intereses de EE.UU. en la guerra comercial que mantiene con China, habrían sido los países elegidos en Europa para crear una histeria viral, y como desafío de respuesta ante el colapso sanitario y la crisis económica. Del mismo modo, serviría para un mayor control de la población ante la era de la inteligencia artificial y la robotización.  

El 23 de enero de 2020 el Gobierno chino decretaba la cuarentena de la ciudad de Wuhan con una población de unos 11 millones de habitantes, cuando el número de afectados era de 571 y un total de 17 fallecidos. Se construyeron a toda prisa varios hospitales para dar tratamiento a los contagiados menos graves, ante los casos de pacientes más graves que presentaban neumonía bilateral y que precisaban de cuidados intensivos evitando así el colapso sanitario. De esta manera llegaron a controlar la epidemia. Por su parte, y pese a las informaciones que llegaban desde China e Italia, el Gobierno español desoyó la recomendación europea de impedir actos masivos para “reducir la transmisión del virus”, y el 8 de marzo de 2020 autorizó unas manifestaciones en todo el país, reuniendo en Madrid a 120.000 personas cuando el balance era de 676 contagiados y 17 muertos. El 14 de marzo entraba en vigor el Estado de Alarma que decretaba el confinamiento con un balance de 5753 contagiados y 136 personas fallecidas. En países como Perú, esa misma medida se tomaba al día siguiente con tan sólo 71 contagiados.

La siguiente medida adoptada por las autoridades españolas fue la de realizar los test para detectar los contagios, únicamente a las personas que ingresaban en los hospitales con síntomas graves de la enfermedad. Ni siquiera se empezó a realizar esos test al personal sanitario que ha sido el más contagiado de toda Europa. Esto es muy grave, no sólo por la falta de control en la evolución de contagios sino, sobre todo, debido a las características de este virus. Las personas que presentan síntomas leves son puestas en cuarentena en su domicilio pero al no ser casos confirmados se les hace tan sólo un seguimiento telefónico. Cuando la enfermedad empeora y comienzan a tener insuficiencia respiratoria, entonces, se solicita el ingreso hospitalario con un virus que en pocos días puede provocar un torrente inflamatorio en los pulmones. Al llegar al servicio de urgencias, esos enfermos tienen que esperar horas o días para poder disponer de una cama con respirador. El empeoramiento lleva en muchos casos al ingreso en UCI con el fallecimiento de unos y la recuperación de otros, después de permanecer de 15 a 20 días intubados y sedados. Esa falta de control ha favorecido la propagación del virus. Además, al no realizarse un seguimiento de la enfermedad en los casos menos graves, esto ha contribuido a colapsar el sistema sanitario contándose los contagios por ingresos hospitalarios que en muchos casos requieren de cuidados intensivos.

El personal sanitario ha tenido que afrontar esta pandemia tan letal sin el material de protección adecuado para evitar el contagio, y este material tan necesario está llegando, en algunos casos, gracias a iniciativas privadas.

En cuanto a las medidas económicas adoptadas en España, la falta de ayudas a los autónomos supondrá una mayor destrucción del empleo. Se decreta el confinamiento a los trabajadores por cuenta ajena pero no a los autónomos que tienen que seguir pagando sus cuotas, impuestos y Seguridad Social, a cambio de aplazamientos o créditos.

El doctor José Luis Callejas, especialista en enfermedades autoinmunes de un hospital de Granada, ha manifestado que la mortalidad de este virus afecta mucho más a un grupo de personas que están predispuestas genéticamente como sería el caso de los italianos y españoles. Aunque yo no hablaría de predisposición genética y sí, en cambio, de alteración genética de microorganismos patógenos en un laboratorio creando varias cepas para dañar más a unas regiones que a otras (arma biológica).

Si nos fijamos en las cifras oficiales de contagiados y fallecidos de hoy mismo, viernes 3 de abril de 2020, en Italia la tasa de mortalidad es de un 12% (115.242 contagios y 13.915 muertos). En España la tasa de mortalidad es de un 9,3% (117.710 contagios y 11.009 muertos). Resulta sorprendente que países vecinos de la región más castigada de Italia (Lombardía) presenten una tasa de mortalidad tan baja. En el caso de Suiza es de un 2,8% (18.475 contagios y 522 muertos). La tasa de mortalidad de Austria es de un 1,4% (11.171 contagios y 158 muertos). Y otro ejemplo sería Eslovenia con un 2,1% (934 contagios y 20 muertos). Del mismo modo, sorprende que la tasa de mortalidad sea muy baja en aquellos países del centro y sureste de Europa que, casualmente, están desempeñando un papel muy importante para el fortalecimiento militar de la OTAN en la región (recordemos igualmente los ejercicios “Defender 2020”). Sirva de ejemplo la tasa de mortalidad en países como Alemania (1,3%), Lituania (1,3%) y Polonia (1,9%). En el caso de EE.UU. la tasa de mortalidad es de un 2,5% (271.528 contagios y 6.940 muertos).

En los últimos días, Reino Unido y Francia han experimentado un aumento significativo en su tasa de mortalidad. El jueves 27 de febrero de 2020, en plena crisis de esta epidemia el presidente de Huawei, Liang Hua, se desplazó a París para asistir a una rueda de prensa en la que anunció la construcción en Francia de la primera fábrica de antenas 5G fuera de China.

ASTI Mobile Robotics es una empresa española de ingeniería de robótica móvil con sede en Burgos que estudia, diseña, fabrica, instala y pone en marcha soluciones de transporte interno mediante vehículos de guiado automático (AGVs). En septiembre de 2017 el grupo ASTI abrió su primera filial en Europa, con la inauguración de sus instalaciones en la ciudad de Mulhouse, región de Alsacia (Francia). ASTI y el laboratorio de innovación 5G 5Tonic estaban probando la aplicabilidad de las tecnologías 5G en los vehículos de Guiado Automático (AGV) de ASTI Mobile Robotics. El uso de 5G puede permitir la centralización de los algoritmos de guiado que ahora son implementados en cada AGV, logrando más inteligencia y el soporte a nuevos mecanismos de coordinación que puedan optimizar los procesos de fabricación y que no son viables con las actuales soluciones para AGV.

Del mismo modo, se anunció la realización de unas pruebas en Imdea Networks Institute (Leganés, Madrid), miembro fundador de 5Tonic, en un circuito con 4 o 5 vehículos que prepararía un equipo de ASTI, y los algoritmos de control y gestión de los AGV se ejecutarían en un servidor de alta capacidad proporcionado por 5Tonic. Además, en junio de 2018 Telefónica y ASTI Mobile Robotics firmaron un acuerdo de colaboración para acelerar la transformación digital en entornos industriales donde la automatización y la digitalización de los procesos es crítica (fábricas inteligentes). Casualmente, en Francia, uno de los mayores grupos de infección de este virus estalló en la región oriental de Alsacia. Y, concretamente, en la ciudad de Mulhouse ha sido donde se ha registrado uno de los principales focos de infección del país. Nuevamente, resulta sorprendente la tasa de mortalidad tan alta en esta región comparada con la que presentan sus países vecinos de Alemania y Suiza.

Con respecto al Reino Unido, en noviembre de 2016 ya mostró su interés por el gasoducto ruso «Nord Stream 2». El enviado especial del Ministerio de Exteriores británico para el clima, David King, declaró que el Reino Unido estaba interesado en la puesta en marcha del gasoducto «Nord Stream 2». King indicó que su país prevé renunciar al uso de carbón para el 2025 y aumentar el uso de gas.

En cuanto a Huawei, Reino Unido está tratando de forjar su propio camino hacia China. El país británico está adoptando un enfoque más objetivo para afrontar diferentes problemas políticos, como una nación independiente que toma decisiones más independientes. En este sentido, el 29 de enero de 2020 se tomaba la decisión de dejar que la compañía tecnológica china Huawei participara en la instalación de su red 5G. Esta decisión tomada por el Gobierno británico va en contra de los consejos y la presión de EE.UU., en el contexto de sus esfuerzos por bloquear la empresa china por razones de seguridad. Todo esto ha deteriorado en gran medida las relaciones entre ambos países.

En definitiva, Europa está dividida en la guerra comercial que mantienen EE.UU. y China. Los cuatro países (Italia, Francia, España y Reino Unido) que por su conveniencia financiera han firmado acuerdos con China que están perjudicando seriamente los intereses de EE.UU., presentan en esta pandemia una tasa media de mortalidad del 11,4%. Por su parte, los países del centro y sureste de Europa que en esta guerra comercial siguen siendo aliados de EE.UU., tienen una tasa media de mortalidad del 2,33%. Y esto apuntaría claramente a una alteración genética de microorganismos patógenos en un laboratorio creando varias cepas para dañar más a unas regiones que a otras (arma biológica).

Durante todos estos años hemos mirado hacia el otro lado fingiendo que vivíamos en paz en un estado de guerra constante. Hemos asumido como verdad hechos que no lo son ante la pérdida de muchas vidas humanas, y hace tiempo que dejamos de empatizar con las injusticias de los demás. Ante esta nueva situación tan difícil y angustiosa para todos, estamos siendo testigos del trato inhumano que las autoridades están dando a los mayores, en definitiva, a nuestros padres que tanto se han sacrificado por nosotros. Miles de ellos han sido abandonados a su suerte en las residencias, sin derecho a luchar por sus vidas ni a una muerte digna, asfixiados ante la ineficacia de una mascarilla de oxígeno o cánula nasal y sin la sedación necesaria. No se han adoptado las medidas para que, al menos, un familiar pudiera estar a su lado en los últimos momentos. A todo ese sufrimiento tan grande se le suma el dolor y la pena de no poder despedirlos como se merecen. Por ello, cuando todo esto pase, deberíamos exigir toda la responsabilidad a nuestros gobernantes y movilizarnos en un activismo no violento pero comprometido por la paz y el bienestar por encima de los intereses comerciales. Si no lo hacemos, esta sociedad estará condenada y nuestra apatía será la responsable de la frustración de nuestros hijos en un mundo sin humanidad.